En la actualidad, la pobreza constituye uno de los temas más sonados en la agenda política internacional. Su superación es, sin lugar a dudas, un imperativo y más, en un mundo donde el predominio del capital financiero y la exportación de capital. No obstante, a pesar de las campañas mediáticas y políticas de los organismos multilaterales, la realidad es que, aún existen muchísimas personas que viven en condiciones inaceptables.
Esta situación genera nuevos retos, tal como lo señala Jiménez y Valente (2016) entre los que destacan los siguientes: a) en términos conceptuales, implica repensar las formas como hasta ahora se ha entendido la pobreza, más allá de los enfoques monetarios dominantes; b) sobre la medición, es necesario construir métodos más cónsonos con la realidad que se intenta aprehender, dando cuenta por un lado, del carácter multidimensional de la pobreza, y por el otro, de la necesaria desagregación de la información para dar cuenta de las realidades locales que tienen a esconderse tras indicadores nacionales; y c) en el campo de las políticas públicas, es cada vez más apremiante avanzar en el diseño e implementación de programas integrales que se centren en las personas y que contribuyan efectivamente a mejorar sus condiciones de vida.
PANORAMA-POBREZA-EN-BOLIVAR