Juan Camilo De Avila Palacio[1]
Con la aprobación del Plan de Desarrollo del Alcalde de Cartagena, Manuel Vicente Duque, se estableció la hoja de ruta de los próximos 4 años. Este documento, al que le faltan objetivos ambiciosos, metas e indicadores serios, pretende continuar profundizando el actual modelo de desarrollo neoliberal en la ciudad de Cartagena.
El eje de desarrollo económico del Plan, es quizás el más importante para el avance de la ciudad. Está compuesto por una línea estratégica llamada “Cartagena ciudad para invertir”, que contiene 11 programas enfocados a la inversión, empleo y emprendimiento. Preocupa que la visión sobre el sector que impulsa la economía cartagenera sea el sector servicios con el turismo a la cabeza. Tal parece que la Zona Industrial de Mamonal es una ciudad aparte, cuando este conjunto de empresas debería ser quien “empuje” a la ciudad hacia el desarrollo económico.
Cartagena, por más atractiva que parezca, no vive del turismo. Los mayores ingresos de este sector son Recursos de Fondos Especiales, por un monto de $729.133.543.396, que representan el 55,06% del presupuesto para el 2016. [2]
Además, cabe anotar, que el turismo genera desempleo estacional o desempleo en las épocas del año donde no hay un gran flujo de turistas, lo que se agrava con la tercerización. El programa 3 del Plan, en lo relacionado con turismo competitivo y fuente de desarrollo sostenible, se destinaran unos 5.020 millones de pesos durante el gobierno de Manuel Duque, sin sopesar la realidad y las perspectivas de poco desarrollo que se puede lograr a través de ese sector.
En cuanto al empleo, Cartagena sufre de grandes problemas en este sentido. Según el DANE en noviembre de 2015 hubo 216.519 personas trabajando por cuenta propia, lo que representaba el mayor porcentaje en cuanto a tasa de ocupación en la ciudad.
El entorno laboral también presenta un problema en las unidades de negocios: el 60% de los establecimientos comerciales presenta por lo menos un problema de informalidad.[3] El Plan de Desarrollo plantea resolver este problema con lo que la administración denomina Competitividad social e Inclusión productiva y transformación de la informalidad. Para eso solamente destinará en estos cuatro años 1.465 millones de pesos, cifra irrisoria teniendo en cuenta lo antes mencionado.
Lo anterior podemos ligarlo al otro aspecto del Plan, el emprendimiento,el cual no será la solución. El emprendimiento requiere, más allá de las condiciones microeconómicas [recursos, proyecto, innovación, etc.], un ambiente macroeconómico favorable para el crecimiento de las empresas.
En el año 2015, según la Cámara de Comercio de Cartagena, la creación de empresas se redujo en 1,8% jalonado por el menor registro de matrículas por parte de las personas naturales, que por lo general son quienes quieren o tienen el deseo de emprender. La mayor concentración de capital no está en las empresas que representan la mayoría en el universo empresarial (Micro y PYMES), sino en las grandes empresas, cuando son las primeras quienes concentran y contratan más empleados.
Con estas condiciones, la falta de indicadores, metas y rutas para los diferentes programas y manteniendo intacta la línea económica del libre comercio se ve un panorama sombrío para el desarrollo de la ciudad, debido a que el avance que pueda tener será dirigido por el sector turístico cuya estabilidad depende de las épocas del año y no de un sector industrial que genera valor agregado y mayores ingresos a la ciudad, mejorando la capacidad adquisitiva de los cartageneros.
[1] Investigador de Cedetrabajo Cartagena
[2] Proyecto de Acuerdo Presupuesto 2016
[3]Informe económico de los municipios de la Jurisdicción de la Cámara de Comercio de Cartagena, 2015