La Red por la Justicia Tributaria en Colombia expresa su oposición a la continuación del cobro del 4×1000, el cual es un impuesto supremamente regresivo que debe acabarse.
Recordemos que el 4×1.000 comenzó como un impuesto temporal del 2×1.000, para salvar al sistema financiero tras la crisis de 1999. Cuando el sistema se recuperó nunca le retribuyó a los colombianos el esfuerzo de este impuesto que pagamos todos los usuarios, pero además no se dejó de cobrar!
Para el gobierno es muy cómodo cobrar este impuesto porque su recaudo es fácil y barato. Además, en la lógica de ‘financiarizar’ todas las actividades de la economía, entre más se use el sistema más se recauda.
El 4×1.000 es un impuesto supremamente regresivo que debe acabarse. Pero el presidente Santos está en campaña y la Reforma Tributaria en favor de las transnacionales está produciendo un hueco que ya le está pasando cuenta de cobro a las finanzas de la nación. Entonces ¿de dónde obtiene recursos un Estado que se está quedando sin producción agrícola e industrial y no es capaz de cobrarle impuestos a los más ricos? Pues le toca mantener impuestos regresivos como el 4×1.000. Lo democrático sería quitar esta carga a los usuarios y ponerla sobre los bancos, cuyas ganancias por 40 billones al año no se comparan a las de ningún otro sector de la economía.
La Red por la Justicia tributaria recalca que si tuviéramos un gobierno capaz de eliminar los beneficios tributarios al gran capital, contaríamos con recursos frescos para resolver los problemas del agro, la educación, la salud y muchos otros.