El 15 de mayo de 2012 entro en vigor el TLC con EEUU, en 2021 se cumplen 9 años de implementación. Los argumentos para suscribirlo eran que Colombia tendría acceso asegurado al mercado más grande y dinámico del mundo y que podría diversificar sus exportaciones pues sería un factor que estimularía el crecimiento dado que el mercado interno estaba agotado. En el comercio global en 2012 las exportaciones totalizaron US $ 60.125 millones y desde ese momento cayeron sistemáticamente hasta situarse en el año 2019 en US$ 39.489 millones. Las importaciones pasaron de US $56.076 a US $50.257 en el mismo lapso. En materia de diversificación en 2012 el 81% de las exportaciones eran productos básicos sin valor agregado y solamente el 16% eran bienes manufacturados. Esta proporción se ha mantenido y en 2019 era de 75% y 20% aún muy lejos de las proporciones que se dieron durante los noventa cuando había mayor participación de bienes manufacturados que bordeaban el 30%, en este sentido los TLC significaron una regresión en materia de diversificación y las exportaciones no crecieron ni siquiera al ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto: en lo que refiere a las importaciones, desde hace 20 años más del 80% han sido productos manufacturados y los TLC no han cambiado eso.