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Desviación del Arroyo Bruno un proyecto destructivo para el territorio guajiro

Feb 4, 2015

CENSAT Agua Viva Julio de 2014 Introducción Las intervenciones antropogénicas en los flujos de agua continentales son en la actualidad un elemento importante dentro de la evolución de los sistemas hídricos y propician cambios significativos en cortos períodos de tiempo. La alteración de los cursos fluviales, así como las variaciones en los aportes fluviales de […]

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CENSAT Agua Viva Julio de 2014

Introducción

Las intervenciones antropogénicas en los flujos de agua continentales son en la actualidad un elemento importante dentro de la evolución de los sistemas hídricos y propician cambios significativos en cortos períodos de tiempo. La alteración de los cursos fluviales, así como las variaciones en los aportes fluviales de agua, sedimentos y nutrientes, son algunos de los cambios introducidos por las actividades humanas que tienen repercusiones sobre las fuentes hídricas (Vörösmarty & Sahagian, 2000; Wolanski & Spagnol, 2000)1 . El deterioro de la dinámica natural en los sistemas de agua loticos además de graves impactos naturales, causa serias problemáticas socio-económicas ligadas al detrimento de los sistemas naturales, de sus funciones ecológicas y a la disminución de los bienes naturales de que hace uso la población.

Así el aumento en la producción de sedimentos al interior de las cuencas debido a la deforestación, adecuación de terrenos para actividades agropecuarias, extracción minera e industrialización, se reflejan en procesos acelerados de degradación, disminución y desaparición de los sistemas hídricos.

Para el arroyo Bruno, particularmente, las principales amenazas se derivan de la expansión de la actividad minera que considera la futura captación y desvío de su caudal. Con las características particulares tanto físicas-naturales como sociales en la zona, los cambios hídricos del arroyo Bruno podrían originar graves problemáticas ambientales, como procesos acelerados de evapotranspiración, sedimentación, pérdida de biodiversidad, cambios en los parámetros físico-químicos, alteraciones en las zonas de vida de la región y más grave aún la probable desaparición de esta fuente de agua. Todo ello con impactos directos en la presencia/ausencia, las formas de vida y cultura de las comunidades humanas presentes en la región.

Los impactos de los trasvases y desviaciones de ríos han sido estudiados repetidas veces, se puede decir entonces que los principales efectos propiciados por estas lesivas intervenciones humanas a las fuentes de agua se evidencian en:

– Cambios en la composición y distribución de las coberturas vegetales, por deforestación y alteración.

– Cambios en la composición y abundancia de las especies de agua dulce, por alteración de las condiciones hidrológicas (Restrepo & Cantera, 2011)2 .

– Detrimento, disminución y desaparición de fuentes hídricas.

– Procesos acelerados de erosión y sedimentación en los cauces.

-Alteración del aporte de sedimentos y nutrientes que aportan los afluentes a las cuencas.

-Cambios en los aportes de caudal a ríos y cuencas

-Alteración de las características fisicoquímicas y microbiológicas del agua.

-Cambio en las velocidades del flujo de agua que conlleva a alteraciones fisicoquímicas, por ejemplo el nivel de oxígeno que a su vez genera cambios en variables microbiológicas.

El departamento de la Guajira hace parte de la región que registra las láminas de escorrentía más bajas de Colombia, donde las épocas secas marcan la desaparición de numerosas fuentes de agua de carácter intermitente. “Estas condiciones de déficit hídrico, generan problemas de disponibilidad, desabastecimiento y racionamiento del recurso lo que ocasiona una problemática social en cuanto a la afectación de la calidad de vida de las comunidades y sus actividades productivas” (MAVDT, 2010).

Ahora, bajo cualquier contexto el desvío de un curso de agua para propósitos lucrativos es un hecho perjudicial, pero en el contexto de déficit hídrico del departamento de la Guajira es además un despropósito con la vida. El desvío de un cauce puede afectar de manera significativa la sustentabilidad del agua, en el caso del arroyo Bruno, este alimenta no solo al río Ranchería sino que está relacionado con los sistemas de aguas subterráneas que tienen altísima importancia en la región. Así que la desviación de una fuente hídrica como el arroyo Bruno, podría generar daños irreparables en los sistemas ecológicos regionales con lo que necesariamente se afectaría el acceso al agua de numerosas comunidades. La falta de acceso al agua afecta asimismo las formas de vida de las comunidades, por ejemplo en sus diferentes formas de producción agrícola.

Es claro que en el mundo existe un proceso de acaparamiento de agua, esta situación alude a que sectores poderosos tienen el control de los bienes naturales como el agua para su beneficio, evitando que comunidades enteras utilicen lo que por años ha hecho parte de su sustento, esta situación se vincula con procesos de privatización, mercantilización y apropiación de bienes comunes, donde se convierte aceleradamente un bien público en un bien privado, cuyo acceso debe negociarse y suele basarse en la capacidad de pago.

Alrededor de un proyecto extractivo el agua termina siendo un elemento en disputa, no se ve como un bien social, pues los diferentes grupos de poder utilizan los bienes naturales como instrumento de manipulación política y económica. El agua se ha convertido en un elemento estratégico para quienes quieren controlarla, los proyectos extractivos no solo acaparan la tierra, también acaparan los bienes naturales que subyacen en ella, incluida el agua y los derechos a su acceso y disponibilidad, “el agua no es un don de la naturaleza sino un bien económico sujeto a transacción y relacionado con un precio, en cuya determinación actúan tanto los costos que implica el proceso de captación y distribución como la utilidad o ganancia que se considera válida para esta actividad, el agua es un factor de producción más”3 . Cuando se proyecta la desviación de una fuente hídrica se despoja a las comunidades y con ello sus valores relacionados con su cosmovisión, afectando los usos tradicionales que se le dan al agua.

Frente a esta situación es importante comprender la equidad y justicia por el agua, desde la perspectiva de la Ecología Política4 , que en sus categorías y conceptos (Justicia ambiental, intercambio ecológico desigual, deuda ecológica) permite tejer pensamientos y crear formas alternativas de resistencia que transformen el sentir en torno a los bienes naturales como el agua. La Ecología Política del agua, permite identificar las amenazas, los riesgos y las causas en las áreas de conflicto territorial, permite indagar sobre la naturaleza de los actores (privada o pública), sobre sus perspectivas y posiciones, pero sobre todo permite conocer como se dan las transformaciones en el ámbito social y su relación con la naturaleza5 .

En el marco del desarrollo capitalista se crean conflictos ecológicos, que en la perspectiva del crecimiento económico significa el aumento de la demanda de bienes naturales y en consecuencia impactos sobre el ambiente. En un contexto extractivo se pueden observar diversos conflictos ambientales por el agua, donde la contaminación y/o desviación de las fuentes hídricas en un territorio pueden ser vistas como un proceso de acumulación por despojo, entendido desde Harvey, como la privatización de la tierra y el agua, el desplazamiento de población, cambios en las formas de propiedad a propiedad privada, supresión de bienes comunales, eliminación de formas alternativas de producción y consumo, apropiación colonial de los bienes naturales6 . Donde contaminar se convierte en un mecanismo para quitar el agua y afectar a las poblaciones. En el modelo extractivo se puede identificar la acumulación por despojo en torno al agua, a partir del uso de las fuentes superficiales de agua como vertederos de desechos tóxicos, por la regulación al acceso y las transformaciones producidas por la actividad extractiva. En el caso de la extracción a cielo abierto de carbón se pueden observar las implicaciones tanto en las fuentes superficiales como en las subterráneas. Los altos niveles de contaminación de actividades extractivas vinculadas a la extracción carbón y gas marcan, además, crecimiento de enfermedades y padecimientos en la salud de las personas. Este tipo de actividades, por supuesto, requiere muy amplias cantidades de agua para el desarrollo de la extracción, pero al mismo tiempo contamina una cantidad mucho mayor que la del recurso utilizado.

El agua se ha convertido en una mercancía para las industrias extractivas, esta idea del capitalismo es claramente visible en el departamento de la Guajira, pero lo cierto es que el agua es un bien común que debe cuidarse y preservarse para garantizar la vida libre y saludable de la naturaleza y la cultura. Así, en el territorio guajiro se dan disputas por el agua que están relacionados con el encuentro de diferentes sistemas de valoración; las que corresponden a las cosmologías de manejo del agua de los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos se enfrentan con las valoración mercantil del agua que deriva en la destinación de esta para procesos extractivistas como los del Cerrejón. La visión del agua desde el capitalismo genera problemas de negación, usurpación y destrucción de los derechos de las comunidades.

Este documento tiene por objeto dar cuenta de las probables repercusiones sociales y ambientales de la desviación del arroyo Bruno propuesto por la empresa transnacional Cerrejón. Para ello se ha recurrido a la recopilación y análisis de fuentes de información secundaria y a salidas de campo a la zona que incluyeron recorridos por el curso de agua y, realización de entrevistas a líderes comunitarios, pobladores locales y funcionarios de entidades territoriales que tienen incidencia en la zona.

Se da cuenta del contexto territorial en el que transcurre el arroyo Bruno actualmente encontrando las múltiples razones por las cuales el desvío del arroyo Bruno representa una gran amenaza para la permanencia de la vida de la media Guajira. Se abordan temas como la desertificación, los sistemas de agua regionales, el derecho humano al agua, el despojo de comunidades, el control corporativo del agua y las injusticias ambientales alrededor del patrimonio hídrico.

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