La multinacional británica Shell ha anunciado que sus ganancias durante el 2022 llegarán a la cifra de los 40.000 millones de dólares.
Los millonarios ingresos de la compañía están siendo cuestionados por expertos quienes señalan que en gran parte estos se deben a la guerra de la OTAN contra Rusia en territorio de Ucrania, que ha disparado el precio del petróleo y ha aumentado los servicios energéticos alrededor del mundo.
Sin embargo, hay un hecho más indignante con respecto a las ganancias de Shell y es que la mayoría de estas van a parar a paraísos fiscales, pues la compañía cuenta con filiales en Bermudas y las Bahamas. Expertos indican que si la multinacional hubiera reportado sus ganancias desde donde la compañía tiene radicada verdaderamente sus sedes, habría pagado una factura fiscal cercana a los US$700 millones, un valor mucho más alto a lo que pagó en sus filiales en paraísos fiscales.
Al redireccionar sus ganancias hacia estos paraísos fiscales, Shell evita pagar millones de dólares en impuestos, al tiempo que sigue ganando millones de dólares alrededor del planeta. Solo entre los años 2018 y 2019, la compañía libró cerca del 7 % de sus ganancias totales de impuestos porque las reportó desde sus filiales en paraísos fiscales.
Las lagunas fiscales, las normativas débiles y la falta de acción por parte de los gobiernos, permiten que compañías como Shell triangulen sus ganancias, tengan cuentas en paraísos fiscales y evadan sus responsabilidades fiscales.
Para muchos la pregunta es: ¿de los US$40.000 millones que ganó Shell en el 2022, cuánto dinero evadirá?
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