¿Cómo es la estructura productiva del país?

La economía colombiana no genera la riqueza suficiente para dar condiciones de vida digna a su población. 

El PIB per cápita ha crecido al 2,1% promedio anual en los últimos 17 años. A ese ritmo, dentro de 20 años será similar al que tienen hoy Brasil, Chile o Argentina, y la quinta parte del actual de Estados Unidos.

Siguiendo las recomendaciones de los organismos multilaterales, los gobiernos de las últimas tres décadas aplicaron políticas que posicionaron a Colombia como uno de los países más desiguales del mundo.

El 60% de la población se encuentra en condiciones de pobreza o vulnerabilidad económica; el 60% de la mano de obra gana menos de 1 SMLV (US$233 dólares mensuales); el índice de Gini fue de 0,53 en 2021, el más alto de la OCDE y el segundo de la región; la informalidad cubre el 60% de la actividad económica; las MiPymes agrupan al 99% de las empresas, aportan el 40% del PIB y el 80% del empleo formal.

El crecimiento de la economía colombiana lo explica en gran medida el desempeño de las actividades relacionadas con la explotación de recursos básicos. Las actividades financieras y mineras crecieron por encima de la producción agropecuaria y manufacturera. La exportación de materias primas y la importación de insumos y productos manufacturados desintegraron el mercado interno. 

La estructura productiva, comercial, laboral, tributaria y presupuestal se concentró en responder a los intereses del capital transnacional y financiero. La industria y el agro se deterioraron, la economía colombiana se volvió dependiente del sector externo y vulnerable a sus cambios.

¿Cómo se relaciona Colombia con el mundo?

Desde 2014 Colombia tiene un déficit comercial de 10.270 millones de dólares anuales. En los siete años anteriores (2006-2013) la economía contaba con un superávit comercial de 1,736 millones de dólares anuales. 

El déficit generado por la caída de los precios de las materias primas evidencia la vulnerabilidad de la economía ante la variación de los precios de estos productos.

• 4 de cada 10 productos exportados son minero-energéticos. 
• 9 de cada 10 importados son manufacturados. 
• El aporte de los productos agropecuarios es marginal. 

Colombia exportó en promedio 2,7 millones de toneladas de productos agropecuarios en las últimas tres décadas. Menos de la mitad de los 5,5 millones de toneladas promedio anual que importó en el mismo periodo de estos productos. La canasta exportadora no se modificó en el presente siglo. El café, las flores y el banano concentran más del 90% de las exportaciones agropecuarias del país. 

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Al tiempo, el país se volvió dependiente de las importaciones de granos y cereales, determinantes en la dieta básica humana. Importó 5,1 millones de toneladas anuales en promedio en las últimas tres décadas de productos como: soya, sorgo, maíz, cebada, frijol, garbanzo, lentejas.

La liberalización comercial trajo un abultado crecimiento de las importaciones manufactureras y de cereales. Mientras que Colombia le vendió al mundo 11,4 millones de toneladas de productos manufactureros, compró 15,4 millones de toneladas. En promedio, el balance entre las ventas y las compras de productos manufacturados le dejó al país un déficit promedio anual de $16.129 millones de dólares.

Las exportaciones minero-energéticas se concentran en dos actividades: la extracción de petróleo (73.5%) y de carbón (25,5%). La renta minera es fundamental para reducir el déficit comercial en materia manufacturera, pues genera un superávit de $11.500 millones de dólares anuales.

¿Qué se puede hacer en Colombia?

Se requiere un nuevo modelo productivo que garantice la generación y distribución de riqueza. En el largo plazo debe revertir el proceso de desindustrialización de las últimas décadas. En el corto plazo la política macroeconómica debe articular las acciones de las instituciones públicas en materia fiscal, laboral, financiera, monetaria y comercial para un plan de choque que ambiente las condiciones básicas para la transformación productiva de la economía. En materia productiva, se deben fortalecer las cadenas nacionales de valor agregado orientadas al mercado interno y fomentar las exportaciones con alto valor agregado.