En casi toda Latinoamérica la reactivación poscovid se sustentó en el trabajo informal. Colombia es uno de los países con peores cifras. El aparato productivo estancado y la flexibilización laboral están entre las principales causas. La situación es más dramática en las zonas rurales.
El país tiene una tasa de informalidad laboral superior a la de la región, mientras que en América Latina y el Caribe el promedio de informalidad es del 53%, en Colombia es del 60%. Desde que inició la reactivación económica tras la pandemia, en los países de la región el empleo informal es elemento fundamental de la recuperación del mercado laboral. En Colombia la recuperación del empleo se dió en las actividades con mayor informalidad, como comercio y servicios.
El 51% de la informalidad en el país se encuentra en actividades agropecuarias, actividades de servicios, como el comercio, y actividades artísticas y de entretenimiento. Mientras que la informalidad urbana es del 45.3%, en las zonas rurales es del 84.2%. El 63% de la informalidad laboral se da por el cuentapropismo, pequeños emprendimientos unipersonales o familiares, ligados al rebusque.
La principal causa de la informalidad laboral en Colombia es el modelo de desarrollo productivo aplicado en las últimas tres décadas. La liberalización comercial y financiera estancó el aparato productivo generador de empleo. La reducción de costos productivos por la flexibilización laboral promovió empleos inestables, sin seguridad social y sin responsabilidad para el empleador.
Una nueva causa de informalidad en el país es la falta de reglamentación de los avances tecnológicos usados para la provisión de servicios. Las plataformas virtuales de movilidad, domicilios y trabajo remoto fomentan la informalidad laboral. Estas empresas se benefician del cuentapropismo, trabajo autónomo e independiente sin ninguna obligación con los trabajadores.