El 99% de las empresas formales en Colombia son mipymes, pero solo suman el 24% de las ventas y el 15% de las utilidades totales de la economía. La desigualdad de ingresos en las empresas debe ser compensada en el régimen tributario. El Gobierno nacional le dio la espalda a las mipymes y al desarrollo productivo del país al no acceder a incluir en la reforma tributaria una tarifa progresiva en el impuesto de renta de las personas jurídicas.
A pesar de la aprobación en la Cámara de Representantes de una tarifa diferencial del 30% para las micro y pequeñas empresas, el Gobierno mantuvo en 35% la tasa de tributación para el total de la malla empresarial, sin importar su tamaño o sus ingresos. Ignoró los reclamos de las mipymes, las recomendaciones de expertos nacionales e internacionales y las promesas de campaña.
Aunque teóricamente todas las empresas deberían pagar la misma tarifa de impuesto de renta, lo cierto es que no es así por los beneficios tributarios, aquellas deducciones, exenciones y tratamientos especiales que reducen lo que finalmente pagan. Mientras que las grandes empresas obtienen beneficios tributarios equivalentes al 13.8% de sus utilidades, las pequeñas apenas alcanzan el 6%. De manera que las mipymes pagan tarifas efectivas más altas que las grandes empresas. Las cifras oficiales evidencian que el Gobierno espera elevar la tarifa efectiva para las grandes empresas con la Reforma Tributaria de 23.8% a 29%, para las medianas de 28.9% a 29% y para las pequeñas mantenerla en 31%.
Pese a que el Gobierno argumentó que el Régimen Simple de Tributación les otorga un trato diferencial a las pequeñas empresas, la tarifa de este régimen es superior a la del régimen ordinario y no todas cumplen con los requisitos. De hecho, en 2020 tan solo el 10% de las empresas optaron por este mecanismo.
La mayor carga tributaria de las mipymes seguirá limitando la competitividad del aparato productivo nacional. En lugar de invertir en ampliar la producción, deberán atender más carga impositiva. Tampoco se puede esperar mejoras en el empleo, pues al tener una tarifa más alta que las grandes, las mipymes no podrán crear nuevos puestos de trabajo ni formalizar los actuales que no lo están. Lo anterior en un contexto donde estas unidades productivas generan el 80% del empleo total, el 57% del empleo formal y el 98% del empleo informal.
*Para mayor información recomendamos Propuesta progresiva del impuesto de renta para personas jurídicas.