Introducción
El uso de tarifas progresivas en el impuesto de renta ha sido una práctica ampliamente implementada en diversos países de Latinoamérica y el mundo. Este enfoque busca no sólo recaudar fondos para el Estado, sino también promover la progresividad fiscal y estimular la creación y consolidación del sector privado. A través de la diferenciación de tasas impositivas basadas en distintos criterios, como el tamaño de la empresa, el nivel de ingresos o el tipo de actividad económica, se busca adaptar la carga tributaria a las particularidades de cada contexto nacional.
En América Latina, diversas naciones como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Ecuador han implementado sistemas de tarifas diferenciales en el impuesto de sociedades. Por ejemplo, en Argentina, se establecieron tarifas progresivas según las ganancias anuales de las empresas, con incrementos progresivos a medida que superan ciertos umbrales. En Brasil, se establece un recargo sobre el impuesto de renta para personas jurídicas superan cierto límite.
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Mientras tanto, en Chile, la reciente Ley de Modernización Tributaria ha segmentado el impuesto de renta a corporaciones en diferentes grupos, ofreciendo tasas reducidas para micro, pequeñas y medianas empresas. De manera similar, en Costa Rica y Ecuador, se aplican tarifas escalonadas con mayores tasas para los tramos de ingresos más altos, incentivando la inversión y el crecimiento empresarial.
Por otro lado, fuera de América Latina, países como Australia, Japón, Corea del Sur, Francia, Bélgica, Polonia y Portugal también han adoptado enfoques diferenciados en sus sistemas fiscales corporativos. Por ejemplo, Australia ofrece tarifas reducidas para entidades básicas con facturación inferior a cierto umbral, mientras que Japón clasifica las empresas según el tamaño de sus ingresos, aplicando tarifas escalonadas.
Corea del Sur aplica un impuesto progresivo sobre la renta corporativa, beneficiando a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) con tasas más bajas. En Europa, países como Francia, Bélgica y Portugal han implementado tarifas diferenciadas para pymes, con el objetivo de fomentar la actividad empresarial y la creación de empleo.
Esta investigación se enfocará en examinar las experiencias del uso de tarifas diferenciales en el impuesto de renta en países de Latinoamérica y otras regiones.
Impuesto diferencial a las empresas en países de Latinoamérica
En Argentina el impuesto a las ganancias de sociedades tiene varias tarifas, como consecuencia de la reforma fiscal aprobada en 2018. La tarifa más pequeña es del 25%. Con ganancias superiores a ARS $5 millones y menores a ARS $50 millones, el monto superior a ARS $5 millones tiene tarifa del 30%. Para las empresas con ganancias de más de ARS $50 millones, la tarifa es del 35 % sobre el monto superior a esa cantidad.
En el caso de Brasil, se le pone una tasa mayor a las empresas que superan un tope. Los sujetos pasivos del impuesto de sociedades están sujetos a un recargo del 10% sobre la renta imponible anual superior a BRL $240.000.
En Chile el impuesto depende tanto del tipo de empresa como del régimen tributario al que pertenezca. Con la nueva Ley de Modernización tributaria, el impuesto de primera categoría se dividió en los siguientes grupos: Pro-Pyme General, tiene una tasa reducida del 25% de la base imponible, indicada para micro, pequeñas y medianas empresas que en los últimos tres años no excedan las 75.000 UF anuales. Pro-Pyme Transparente: bajo este régimen los Empresarios Individuales o Pymes quedarán liberadas de presentar el impuesto de primera categoría. Régimen General: las grandes empresas pagan un 27% de impuesto de primera categoría. Renta Presunta: los contribuyentes que desarrollan actividades de transporte (10.000 UF), minería (34.000 UF) y agrícolas (18.000 UF) que no llegan al máximo de ingresos pagarán sus impuestos sobre la base de la renta presunta.
En Costa Rica la tasa de impuesto sobre la renta está entre el 5% y el 30%. Similar a lo que ocurre en Argentina, pagan la mayor tarifa sobre el monto que excede el límite establecido. De esa manera, pagan el 5% si no superan los CRC $5.687 mil de renta neta.
Cuando lo superan, pagan el 10% sobre el exceso. Pero, si superan los CRC $11.376 mil de renta neta, pagan un 15% sobre el exceso. Es el mismo mecanismo para la tarifa del 20% y el 30%. Para las Mipymes, se aprobó una ley para ampliar la reducción del impuesto de la renta a las nuevas.
De esta manera, se ampliará la exoneración que actualmente reciben para extenderlo a los tres primeros años de su funcionamiento. Además, se les permitirá pagar un 25% de este impuesto a partir de los años cuarto y quinto de su origen, y de un 50% para el sexto año.
En Ecuador, para liquidar el Impuesto a la Renta de las sociedades se aplica una tarifa del 25%, pero es del 28% cuando exista un titular de la empresa residente, establecido o amparado en un paraíso fiscal, jurisdicción de menor imposición o régimen fiscal preferente.
Las sociedades que tengan la condición de micro y pequeñas empresas, así como aquellas que tengan condición de exportadores habituales, tendrán una tarifa del 22% en el impuesto a la renta. Para exportadores habituales, esta tarifa se aplicará siempre que en el correspondiente ejercicio fiscal se mantenga o incremente el empleo.
Impuesto diferencial a las empresas en otros países
En Australia se aplica tanto una tarifa plena del 30% para el impuesto de sociedades, como un impuesto reducido para las empresas que tengan una facturación inferior a AUD $50 millones, llamadas entidades básicas. La tarifa se ha venido recortando para esas entidades básicas, en el 2018 fue de 27,5%, en el 2021 del 26% y en el 2022 del 25%.
En Japón los tipos del impuesto de sociedades para los ejercicios fiscales que comenzaron a partir del 1 de abril de 2023 clasifican las empresas según el tamaño de los ingresos. Hasta los JPY $8 millones anuales la tarifa es del 15%. Si supera ese monto, la tarifa es de 23,2%.
Para las empresas residentes en Corea del Sur, el impuesto de sociedades se calcula sobre la base de tarifas progresivas. Además, se aplica un impuesto local sobre la renta del 10% de la cuota del impuesto de sociedades.
Para las empresas con ingresos inferiores a KRW $200 millones, la tasa es del 9%; de KRW $200 millones a KRW $20 mil millones, del 19%; de KRW $20 mil millones a KRW $300 mil millones, de 21%; superiores a KRW $300 mil millones, del 24%. Para las PYME, el tipo es del 7%.
Las empresas medianas están sujetas al impuesto mínimo al tipo del 8% durante los 3 primeros años, a partir del año en que superan por primera vez el tamaño de una PYME, y al tipo del 9% durante los dos años siguientes.
En Francia la tarifa del impuesto corporativo es del 25% desde 2022. Sin embargo, para las pequeñas empresas con ganancias de hasta EUR 10 millones, se aplica una tarifa del 15% en sus primeros EUR 38.120 de ganancias sujetas a impuesto. Además, se aplica un sobrecargo del 3,3% del ingreso imponible a las grandes empresas que pagan sobre EUR 763.000 en impuesto corporativo.
En Bélgica el impuesto de sociedades se aplica a una tasa del 25%. Las Pymes pueden beneficiarse de un tipo reducido del 20% sobre los primeros EUR $100.000 de beneficios.
En Polonia la tarifa normal del impuesto de sociedades es del 19%. El tipo reducido de impuesto es del 9% y puede aplicarse a los ingresos, distintos de las ganancias de capital, si se es un pequeño contribuyente.
Es decir, un contribuyente cuyo valor de ingresos por ventas, incluido el importe del IVA, no superó el importe correspondiente al equivalente en PLN $2 millones en el ejercicio fiscal anterior o inició su actividad empresarial, siempre que el establecimiento de la empresa no fuera resultado de una transformación o fusión (en el primer ejercicio fiscal).
En Portugal se aplica un tipo fijo del 21% sobre el importe global de los ingresos imponibles obtenidos. El tipo normal del impuesto de renta para empresas es del 14,7% en la Región Autónoma de Madeira y en la Región Autónoma de las Azores. A las Pymes se les aplica un tipo reducido de impuesto del 17% (11,9% en la Región Autónoma de Madeira y en la Región Autónoma de las Azores) sobre los primeros EUR $50.000 de ingresos imponibles (el tipo estándar de CIT se aplicará sobre el exceso).
Además, las Pymes que desarrollen su actividad y tengan su dirección efectiva en territorios interiores de Portugal continental pueden beneficiarse de un tipo del 12,5% (8,75% en el caso de la Región Autónoma de las Azores y en el caso de los territorios beneficiarios de la Región Autónoma de Madeira) sobre los primeros EUR $50.000 de la base imponible, aplicándose también la tarifa normal del sobre el exceso. Las entidades calificadas como «startups» están sujetas a un tipo del 12,5% de CIT sobre los primeros EUR $50.000 de ingresos imponibles (el tipo estándar de CIT se aplicará sobre el exceso).
Conclusiones
La implementación de tarifas diferenciales para el impuesto empresarial de renta es una práctica extendida tanto en países en la región latinoamericana y en el resto del mundo. Se encuentran experiencias de países miembros de la OCDE como en otras naciones. Esta estrategia permite adaptar la carga tributaria a las características específicas de cada contexto nacional y a las necesidades particulares de las empresas. Los parámetros utilizados para establecer tarifas de impuestos diferenciales varían según el país y pueden incluir criterios como el tamaño de la empresa, el volumen de ventas, los ingresos generados, el sector económico en el que opera la empresa, así como consideraciones temporales.
Es fundamental destacar que el mecanismo de tarifas diferenciales se ajusta de manera flexible a las condiciones económicas y fiscales de cada país, lo que permite una mayor equidad tributaria y una mejor adaptación a las necesidades específicas de cada sector empresarial.
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A pesar de las diferencias en la aplicación de tarifas diferenciales, no existe evidencia que sugiera que este enfoque desincentive el crecimiento empresarial. Por el contrario, se observa que estas medidas pueden contribuir al desarrollo económico al ofrecer incentivos fiscales que estimulan la inversión, la innovación y el crecimiento sostenible de las empresas.
En resumen, las tarifas diferenciales para el impuesto empresarial de renta representan una herramienta efectiva utilizada alrededor del mundo para fomentar el desarrollo empresarial y adaptar la carga impositiva a las necesidades y realidades económicas de cada país.